Tuesday, July 05, 2005

Erudición o amplia cultura (i.e. estupidez).

  1. Animo por aprender cosas que a uno le interesan. Existe un cierto desenfreno para utilizar todo el tiempo posible en acercarse a los bien llamados “temas de interés”. Horas, horas y horas de sueño invertidas en aprender cómo pintar, cómo ejecutar alguna linda pieza en ese instrumento que vemos con tanto aprecio, leer poesía, filosofía, estar al tanto de la política, construir o cocinar algo.

  2. Animo sostenido por seguir aprendiendo y afán por denominar a esta actividad, nuestro pasatiempo. El desenfreno no desaparece; por el contrario, pareciera que se hiciera más grande mientras el sujeto y el objeto del denominado pasatiempo estuvieran en contacto.

  3. Animo que obstruye con las actividades diarias. Primer ejemplo: X dirige el ritmo de vida del sujeto aficionado. Uno cocina, estudia y reelabora su horario de actividades diarias para poder tener suficientes horas para: leer, estudiar alemán, escuchar esa pieza clásica, terminar ese cuadro, ver esa película, etc.

  4. Animo que interfiere con la vida social del sujeto aficionado. Como consecuencia del punto anterior, el tiempo con personas que no comparten el mismo noble interés, se vuelve superfluo, fútil y sin sentido. Se ansía un poco de tranquilidad y silencio para poder dedicarse por completo a aquello que sigue siendo, el pasatiempo del sujeto.
    Segundo tipo de interferencia con la vida social del sujeto aficionado. El ánimo únicamente hace posible que este sujeto tenga temas de conversación que están dirigidos a su pasatiempo o relacionados con éste.

  5. Animo que provoca disturbios con la autoridad. Como el ánimo no desaparece, si no que se sigue haciendo más grande, existen determinadas regulaciones (de tipo familiar, escolar, legal o político) que deberán ser eludidas para poder continuar con el pasatiempo. En algunos casos extremos, dicho pasatiempo cambia de nombre y el sujeto, ahora, atiende a llamarlo su pasión.

  6. Animo de continuar con la pasión del sujeto por el resto de su vida. Esta es una combinación y consecuencia directa de 5 y 6. Al mencionar el término “resto de su vida”, significa un periodo no menor de cuatro años, donde el sujeto únicamente se dedicará a su pasión e intentará volverla su oficio o profesión. Ello, por supuesto, genera conflictos de tipo social y con la autoridad (se ha observado que en la mayoría de los casos, con los padres este conflicto se desarrolla plenamente).

  7. Animo desenfrenado por aprender cosas que no son del interés del sujeto. Dicho sujeto, como ha decidido hacer de su pasión un oficio, habrá de someterse voluntariamente a aprender cosas que no son de su genuino interés: lingüística en el caso de la poesía; química en caso de la cocina; econometría en caso de la política, etc. Los ejemplos son infinitos.

  8. El sujeto cuya pasión ha llegado a límites insospechados, comienza a padecer, súbitamente insomnio. No se confunda con el ánimo del tipo 2. Este tipo de insomnio no es provocado, sólo se da.

  9. Aunado a este proceso de insomnio, se desencadenan procesos de depresión que pueden variar en sus grados y matices: de leve a grave. Todo depende de su pasión.

  10. Aparición de lucidez, por parte del sujeto apasionado, gracias a la cual el sujeto puede relacionar el ánimo de aprender lo que le gusta con el ánimo por el que se obligaba a aprender lo que no le gustaba. Algunos expertos mencionan que dicha lucidez se puede generar fisiológicamente y se pierde con la edad; otros, suelen asegurar que aparece con el primer deseo de apasionarse por algún objeto. Otros más, afirman que se trata únicamente de una culpa (impuesta por el ello) sublimada por el yo, en vistas a que el deseo no colapse. (¿Qué más da?)

  11. Animo por recuperar el tiempo invertido en dicha pasión, acompañado de somnolencia evidente. El tiempo y las horas de sueño, ahora, se invierten en diversas actividades que logren separar al sujeto apasionado de su pasión.

  12. Aparición de cinismo y escepticismo ante la denominada pasión. Pareciera que el estatuto del deseo, así como su intensidad parecieran disminuir. Sin embargo, muchos terapeutas mencionan que aquí es donde ésta es más fuerte y su desarrollo es imperceptible para el sujeto. Es como si se encontrara en un estado de latencia cuyo resurgimiento resultará en un clamor insospechado.
    Giovanni Papini, en su estudio sobre los megalómanos y sus casos extremos, menciona lo siguiente: “Donde Dios está más presente es precisamente allí donde está su enemigo, y por el contrario, donde el enemigo está ausente, nosotros desesperamos con frecuencia de hallar a Dios”. Esta, según Papini, es la dinámica que se desarrolla entre el sujeto y su pasión; en la que Dios, será el sujeto aficionado y, el diablo, la hará de su pasión. Ciertamente, existen tres términos, el tercero es de nuevo la lucidez cuya aparición se efectuará, ahora, de un modo intermitente.


Como resultado de la etapa anterior, el sujeto estúpido se distingue por su fenotipo característico: personalidad adictiva (café, cigarrillo, alcohol, drogas, actividades enajenantes), ansiedad, rapidez para hablar, estupenda ortografía (en casos graves, acompañada de una redacción impecable), correcta dicción, egocentrismo ilimitado, soberbia; relaciones personales conflictivas, ojeras pronunciadas, ironía, sarcasmo y una verborrea que cansa!Sustantivos que manifiestan la estupidez de un sujeto: licenciado, poeta, pintor, músico, escritor, reportero, intelectual, intelectualoide, rebelde, filósofo, literato, historiador, maestro, doctor, decano, rector, luchador social, genio…